Mostrando entradas con la etiqueta La Derecha. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta La Derecha. Mostrar todas las entradas

lunes, 23 de julio de 2012

La culpa no es del chancho


De las proclamas revolucionarias al apoyo de la restauración conservadora


El Movimiento Evita y el Frente Transversal se unen a cuestionar a Daniel Scioli, haciendo leña del árbol caído. Se olvidan que cuando en 2011 se jugó la profundización del modelo en la provincia eligieron el proyecto de la derecha peronista.


Cabe destacar  que de un tiempo a esta parte el gobernador Daniel Scioli no ha virado en su proyecto ideológico-.político; en todo caso, ha hecho confesión de sus ambiciones a la presidencia bajo un comportamiento que hace a su identidad: una hipotética búsqueda del consenso y el orden, eufemismos que oculta la perpetuación del orden de cosas en una provincia privilegiada por su riqueza natural pero con altos niveles de desigualdad.
Entre los aspectos más sombríos de la gestión de Scioli se encuentran las políticas punitivas de seguridad, la anulación de los procesos iniciados de reforma de la institución policial, la autonomía de la fuerza policial, la desregulación de la situación carcelaria y las inconsistentes políticas de derechos humanos.
Uno de los motivos por los que se dio apoyo a Scioli fue ser “peronista”, un concepto cuyo significado se halla en disputa permanente en la que quizás sea la más encarnizada de las batallas culturales argentinas. Lo cierto es que Scioli sí pertenece al histórico instrumento electoral del peronismo, el Partido Justicialista, habiendo empezado su carrera política en el auge del ciclo neoliberal del partido. Si por peronismo caracterizamos a un gobierno signado por la expansión de los derechos y la industrialización, podemos sostener una contradicción notoria con el enfoque de gestión del actual gobernador, partidario de medidas restrictivas que sin constituir un Estado gendarme responsable, da autonomía a corrompidas fuerzas represivas viabilizando la perpetuación de una situación irregular. La anulación de los secretariados de derechos humanos locales (una de cuyas funciones principales era la visita a cárceles a pedido de familiares) y la anulación de las reformas emprendidas previamente por León Arslanián y Marcelo Saín hacia un control civil de la policía bonaerense.
Pese a la invocación de una retórica radicalizada y socializante, la participación en foros de la izquierda latinoamericana y una preocupación supuesta por los sectores vulnerados por el flagelo neoliberal, el Movimiento Evita y el Frente Transversal cerraron filas practicando un repentino maccarthismo pejotista frente a los adherentes kirchneristas provenientes del progresismo y la izquierda nacional. Es decir, se evidencia el comportamiento hipócrita de condenar adentro lo que se valora afuera, una manipulación tramposa destinada  ocupar el lugar de interlocutores válidos de ideas que denigran en casa. No conformes con ello, sostienen el proyecto neoliberal del principal candidato de la derecha rumbo a  2015.
“Nosotros no somos progresistas, nosotros no somos los más lindos, nosotros somos los más feos. Nosotros somos los que nos metemos en el barro. Eso es lo que es el Movimiento Evita, eso es lo que queremos representar. Y es por eso que somos profundamente peronistas”, sostiene Pérsico en una jornada de apoyo a Scioli en 2011.

Al respecto, cabe decir que cualquiera sea la idea invocada, las palabras “progresismo” y “conservador”, como izquierda y derecha, son adjetivos necesarios para dar cuenta de la entidad de los posicionamientos ideológicos y programáticos bajo contextos específicos: o se está a favor de una mayor diversidad cultural e igualdad o se considera a la sociedad como un todo dado cuyas tensiones internas resultarían de malos gobiernos (por corrupción, incapacidad, ineficacia, etc.). A pesar de ser conceptos muy discutibles, no han perdido utilidad, y refieren con nitidez a la defensa de lo público o a la apropiación de lo privado. Así, claro está, puede hablarse (a pesar de Pérsico) o de un peronismo conservador/neoliberal (versión menemista y duhaldista) o de un peronismo izquierda/progresista (que él no represente ni quiera representar).
La misma crítica es transferible al Frente Transversal, quién desde la CTA traiciona bajo el liderazgo de Depetri a la tradición reivindicactiva de la central uniéndose al proyecto neoliberal provincial.
Mi buen amigo el Anticapitalista resumió con inmejorables palabras, la expectativa que puede trazarse sobre éstas conducciones, que hoy se despegan del Gobernador ante la favorable relación de fuerzas del gobierno nacional:
«Hay que recordar que Navarro, Persico y el Movimiento Evita tranzaron por los cargos con Scioli ( lo cual podria o no ser legitimo pero claramente no respondía a sus supuestas convicciones digo siendo que el Evita se considera de izquierda o participa luego en el foro de San Pablo ) sabiendo que Scioli siempre jugo sin romper con el establishment y siempre posicionandose como el garante del cierre conservador (consenual y no crispado , es decir siempre funcional al establishment ) del ciclo kirchnerista al que por ejemplo Ricardo Forster titulo como anomalia, digo Scioli es la garantia clara del establishment , para mi el ejemplo paradigmatico era cuando Nestor , Cristina y Moyano estaban en 2010 en la cancha de River junto a unos cien mil trabajadores y en ese momento Scioli coqueteaba en el nefasto coloquio de Idea con las emprasas y empresarios a los que siempre les intereso el país como decia el HDP de Bernardo Neustadt junto con el HDP de Mariano Grondona cuando auspiciaban el programa del establishment que auspició la entrega y entrego el estado argentino a los capitales extranjeros e hipoteco el futuro de los argentinos y argentinas por muchisimos años siempre asegurando sus fortunas personales en Suiza y Uruguay.»


viernes, 13 de julio de 2012

(2011) "Deudocracia", de K. Kitidi y A. Chatzistefanou

Viaje al corazón de la crisis griega

El film destaca la protección del Estado a los bancos frente a la caída de entre cinco y diez años de la esperanza de vida de al población griega, bruscamente vulnerada por el recorte del gasto público.
Junto a la referencia de la Argentina de 2001, se relata la experiencia del Ecuador. En 2005, con el país en crisis y un gobierno que destinaba un 50% del presupuesto anual a pagar los intereses de la deuda, un ministro de Economía renunciaba a su cargo por considerar que el 80% de los ingresos derivados de la explotación del petróleo debían destinarse a alimentación, salud y educación. Al año siguiente, el ex ministro Rafael Correa sería investido presidente, expulsaría a la representación del Banco Mundial e iniciaría una comisión investigadora de la deuda, no sin una gran puja por acceder a la documentación. Se constató allí que gran parte de la deuda del Ecuador era ilegítima.
Uno de los conceptos retomados en el documental es el deuda odiosa, elaborado en 1927 por el profesor ruso de Derecho Alexander Nahum Sack, que daba por ilegítimos el endeudamiento cuando se reunieran como condiciones: 1) la realización de un préstamo sin el consentimiento de la población gobernada; 2) si es recibido y con él no se satisface ninguna necesidad pública y 3) el prestamista, conociendo la situaciones 1 y 2, es otorgante. Estados Unidos, en 1898, habría hecho uso de esta teoría al expulsar a los españoles de Cuba a modo de abstenerse de pagar las deudas contraídas por el reino. Del mismo modo, también el pueblo mexicano se habría rehusado al pago de las deudas contraídas por Maximiliano por similares motivos.
En el caso de Grecia, el documental destaca la superficialidad del gasto público en armamento, las pompas estériles y efímeras de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, la corrupción del funcionariado griego y la pérdida de soberanía tras el endeudamiento con el capital financiero (Banco Mundial, Goldman Sachs).
Entre los entrevistados se hallan Eric Toussaint, Daniel Cohn.Bendit, Giorgos Voulgorakis, Hugo Arias, Alain Badiou, N. Kanankis y Monoky Glazos. El film reviste la importancia de ser otro importante estudio de caso en que el capital financiero vulnera y ponen en crisis el Estado-nación desde su enfoque teórico clásico. Siendo un problema de candente actualidad, la sensibilización frente a esta situación amerita soluciones emancipadoras que quiebren la relación de poder hacia la redefinición de un orden social y mundial más justo.

FICHA TÉCNICA.
(Grecia, 2011) Deudocracia (tit. orig: Debtocracy), dirigido por Katerina Kitidi y Aris Chatzistefanou.


sábado, 30 de junio de 2012

¿Quiebre de la alianza cívico-militar?

Una de las grandes inquietudes que familiares y organismos de derechos humanos han tenido a lo largo del período democrático iniciado en 1983 ha sido el silencio de los responsables de aquella modalidad genocida que tristemente se hizo conocida como desaparición sistemática de personas. Inesperadamente, las recientes confesiones del dictador juntista Jorge Rafael Videla aportan un valioso material para ahondar la investigación sobre la trama oculta al interior del gobierno militar.

Hasta las declaraciones de Videla, las frases de los jerarcas Antonio Domingo Bussi y Luciano Benjamín Menéndez. Durante los distintos n procesos que han afrontado, coincidieron en que participaron de una “guerra sucia” contra el “marxismo internacional”, que “grupos terroristas” habrían usado la violencia para “socavar el orden democrático” y “alterar nuestros valores occidentales y cristianos” del “ser nacional”. Los juicios a los genocidas serían así “la primera vez que un país juzga a su ejército victorioso”.
Sorprendía hasta el momento la ausencia de un relato que contemplara la participación de civiles en el genocidio de período 76-83 (por ejemplo, de los llamados “capitanes de industria”, grupos económicos favorecidos por las políticas de los golpistas), claramente en desmedro de Pymes y del mercado interno, revelan que el retroceso de la distribución y el ingreso a un acechante paradigma económico (el neoliberalismo) necesitaban de la instrumentación de un sofisticado aparato represivo para eliminar el avance de proyectos socializantes y restringir al máximo la protesta social.
La contundentedeclaración de Videla a Ceferino Reato para su libro Disposición Final revela la singular importancia que revestía para la dictadura un cambio de modelo económico y disciplinamiento social, con empresarios que habrían reprobado la falta de diez mil personas más. No es un dato para soslayar que el nombre del último acto del 24 de marzo llevaba por título “Los grupos económicos también fueron la dictadura”. Las empresas papelera y azucarera Ledesma y la cementera Loma Negra estarían siendo particularmente investigadas por episodios de desaparición que parecen manifestar una alta complicidad de su personal administrativo. A modo, de ejemplo sobre la actualidad de los procesamientos judiciales en Argentina sobre desaparición sistemática de personas Alberto de Arriba, en su artículo “La conspiración de los Chicago Boys”, describe la existencia de conspiradores civiles, como el abogado de multinacionales Jacques Perriaux, quién aportó a los golpistas gran parte del funcionariado. Entre otros:

Ministro de Economía: Lorenzo Sigaut, Alfredo Martínez de Hoz.
Jefe de asesores del Min. De Economía: Luis García Martínez
Secretario de Agricultura: Mario Cárdenas de Madariaga
Ministro de Comercio e Intereses Marítimos: Roberto Viola, Carlos García Martínez.
Secretario de Energía: Guillermo Zurbarán
Secretario de Hacienda: Horacio García Belsunce

Siempre generó asombro el silencio de los condenados militares, ya que la fuerte sospecha de civiles en las sombras revelaba claramente una estrategia por la cual los únicos perjudicados serían los feroces represores dada a altísima exposición durante el proyecto plasmado en los seis años posteriores al golpe ¿No llegaría el momento en que aquéllos se sentirían utilizados, y en un arrebato emocional, condenarían a quiénes actuaron como sus mandos por fuera de la institucionalidad? ¿sólo les cabría el lugar de “malos de la película”, cuando los beneficiarios de la represión se mantendrían en el privilegio de una situación social holgada y en la impunidad? Con las declaraciones de Videla se percibe un fuerte quiebre de la alianza cívico-militar, que quizás viabilice conocer y comprobar judicialmente la participación civil de quienes, participes en la planificación de la concentración económica, dependencia, genocidio y desesperanza, podrían ser los auténticos responsables intelectuales de la cadena de horror del período.




martes, 26 de junio de 2012

Maxi y Darío, presentes! A 10 años de la Masacre de Puente Pueyrredón






«Bajo el poder militar, las fuerzas neoliberales podían ser anunciadas abiertamente e impuestas por la fuerza. Bajo el gobierno civil, deben disfrazarse e imponerse a través de la ficción del mandato electoral. La seudo legitimidad de los regímenes neoliberales se funda en la falsa afirmación de que el gobierno ha sido “libremente electo”. Pero los políticos son legítimamente electos sólo en tanto representantes de posiciones públicamente defendidas. Desgajado del contexto político, el proceso electoral pierde su legitimidad como cualquier otra forma de fraude político.  El grado en que se utiliza la manipulación en las campañas electorales neoliberales para atraer votos es diametralmente opuesto a lo que espera la mayoría del electorado; no sólo representa una violación de la verdad sino también de la propia noción de gobierno representativo. El ciclo neoliberal –la reproducción de los regímenes neoliberales- se basa pues en la capacidad de sus agentes para distorsionar el proceso electoral a través de la decepción conciente.  Esto no hace más que profundizar la brecha entre la preferencia de los votantes y las prácticas de la política clasista, entre los procesos electorales y los resultados políticos.» Petras, James.  América latina. De la globalización a la revolución, Homo Sapiens Ediciones, serie “Paradigmas y debates” dirigida por Alberto J. Pla, Rosario, 1996, traducción de Arturo Firpo (traducción de Imperialismo an Ong en América Latina) por Stephen Hasam, ISBN 950-808-259-3.)

No hace falta un estudio demasiado profundo para advertir la recurrencia en Argentina de arcaicos partidos marxistas -que, ante la negativa a reformular su agenda, van quedando cada vez más sepultados por las expectativas populares- a adoptar posiciones incómodas, pretendiendo obtener quizás algún rédito que le permita proyectarse en una suerte de proyecto socializante pluriclasista. La alianza con los caceroleros durante 2001 los aglutinó a la clase media en una protesta común, hubo quienes se sumaron a la demanda punitiva de Juan Carlos Blumberg durante 2004 y 2005 o que celebraron el rechazo legislativo a la resolución 125 que gravaba en un 35% las exportaciones de la soja. Es decir, la intención de obtener un posicionamiento político y mediático los ha llevado a aliarse contra quienes deberían ser sus enemigos de clase (la oligarquía agroexportadora y la burguesía industrial trasnacional) como medio de debilitar a un hipotético “gobierno burgués en funciones”.
Sin embargo, al considerar la ocasión de la muerte de Darío Santillán y Maximiliano Kostecki, la solidaridad es casi inmediata. Conceptualizados como revolucionarios por los voceros del gobierno duhaldista que los reprimió ferozmente el 26 de junio de 2002, los móviles inmediatos de los grupos piqueteros que arribaron a Puente Pueyrredón fueron la obtención de un mayor número de seguros de desempleo y un aumento de la irrisoria suma que en tal sentido percibían. No se trataba de ácratas exaltados sino de sectores pauperizados, mayormente jóvenes, a quienes la violencia económica e institucional les había enseñado que debían presionar y resguardarse (de ahí las caras cubiertas de los demandantes) al poder político de turno para que deslice actividades hacia los sectores más vulnerados.
 Aníbal Fernández, un poderoso y hábil político que es aliado estratégico de un gobierno que es a todas luces progresista, ataca los cuestionamientos recibidos sosteniendo que proceden de la derecha. Sin embargo, bueno es recordarle su responsabilidad política en la represión de los que menos tienen y en favor del status quo. Otros, más perversos y astutos, han sido igualmente responsables de este episodio y no han dado la cara: para Eduardo Duhalde, el más involucrado, se exige la cárcel pero también reclama “juicio y castigo” para Solá, Juan José Alvarez, Aníbal Fernández, Atanasoff, Genoud, Oscar Rodríguez, Vanossi y Capitanich.


La (oportuna) conversión posterior no basta para reparar la muerte de dos militantes sociales, todo un éxito del proyecto autoritario neoliberal de Eduardo Duhalde. Fernández sin lugar a dudas es uno de los principales responsables políticos de la Masacre de Avellaneda. Como es habitual, ningún responsable político ha sido juzgado por los hechos: la represión y la sanción ejemplificadora fueron los medios de negociación del Estado con el sector más vulnerable de la sociedad civil.





No habiéndose pronunciado la historia sobre el genocidio militar de 1976-83, las secuelas del pasado seguían dejando huellas en el presente. La institución policial cobijaba eloscuro pasado de la represión, aunque siendo quizás el sector más expuesto en Puente Pueyrredón, el comisario Franchiotti y Alejandro Acosta, aunque culpables, fueron el chivo expiatorio de la tragedia.




Los medios se hicieron eco de los acontecido y difundieron la información de los medios oficialistas. Al respecto, el documental de  Patricio Escobar Damián Finvarb La crisis causó dos nuevas muertes (2007) es un valioso testimonio del comportamiento de los mass media. En él se exhibe claramente como la prensa especuló con las imágenes, en un juego aparente de extorsiones al gobierno por ocultar (la versión oficial hablaba de un “ajuste de cuentas” entre grupos piqueteros)  y omitir la responsabilidad política de lo sucedido (la “crisis”  aparece así como una consecuencia natural y fatal frente a la responsabilidad política).
Las muertes de Darío Santillán, Maximiliano Kostecki, como las de Mariano Ferreyra y los movimeintos campesinos en el norte argentino, son episodios recientes  que invitan a reflexionar sobre la necesidad de extender territorialmente la plena vigencia de los derechos humanos  y sociales ante un neoliberalismo acechante que siempre amenaza con volver a su rutina de disciplinamiento social y pauperización. La reciente designación en el Ministerio de Seguridad de dirigentes probos y capaces como Sergio Berni y Nilda Garré brindan una sólida esperanza en la construcción de una polícía responsable y una resolución estratégica de los conflictos sociales. 

sábado, 23 de junio de 2012

Ofensivas destituyentes, versión 2012 (1)



Durante la última semana, nuevamente se ha podido observar acciones desestabilizadoras que ha  contado con el apoyo de los sectores más concentrados. Desde 2008 a esta parte, la región asistió a situaciones que pusieron en jaque a distintos gobiernos (protesta del sector agroexportador en Argentina durante 2008-2009; protesta de los autonomistas de Santa Cruz de la Sierra en 2008; destitución constitucional de Manuel Zalaya en 2009 en Honduras; secuestro policial de Rafael Correa en 2010), todos ellos claramente influenciados por el modelo que llevó al, breve derrocamiento de Hugo Chávez Frías en Venezuela durante 2002: alta participación medática, apelación a "entendidos publicistas" para avisorar crisis social y económica ante las decisiones de un gobierno autoritario e importante participación opositora gremial y empresarial.
La realización de un paro nacional indeterminado por el sindicato de camioneros en Argentina el pasado miercoles, el juicio político que destituyó a Fernando Lugo en Paraguay en la jornada de ayer y la protesta policial en Bolivia revelan hechos perturbadores que invitan a reflexionar sobre el fortalecimiento de las garantías democráticas de la región y la (¿casual?) coyuntura en que ocurren.



miércoles, 30 de mayo de 2012

¿Hacia un “kirchnerismo sciolista”?


A modo de respuesta al conflicto entablado entre el vicegobernador Gabriel Mariotto y funcionarios del gobierno de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli hizo pública el 13 de mayo su aspiración a luchar por la presidencia en 2015.

Pese a las arengas del peronismo antikirchnerista y de la prensa opositora respecto a su alianza con el gobierno nacional que dan centralidad a su figura, el gobernador espera paciente. Con su silencio, Scioli optar por emitir guiños a esos sectores ejecutando políticas diferenciadoras y cuidando al mismo tiempo perder al contundente electorado k.
Previamente, la oposición no-dirigente ha pensado largamente en afianzar al intendente capitalino Mauricio Macri, pero su pésima administración hace que Buenos Aires se ha observada desde el interior con temores que parecen tener sobrados fundamentos. A diferencia de Macri, Scioli aporta una estructura partidaria nacional de un partido que gana elecciones solamente con sus símbolos institucionales y un perfil mediático de moderación y sencillez que pareciera cautivar a los ideólogos de la oposición.
Scioli, instalado definitivamente por el multimedia opositor Clarín, es observado como un comodín de lujo. En el programa de la derecha tradicionalista argentina “Pensando con Mariano Grondona”, el 5 de febrero del actual año el diputado Francisco De Narváez dijo compartir “el sentido del deber público” de forma similar a Macri, Scioli, Massa y Michetti, todos ellos aspirantes a gobernar la provincia y sin temor a hacer una experiencia como candidatos al ejecutivo nacional. Ningún candidato opositor que pretenda acercarse al siempre codicazo electorado kirchnerista rechazaría integrar una fórmula con él. La estrategia del gobernador es clara: manifestarse como un “kirchnerista moderado” frente al peronismo kirchnerista, y como un “peronista” capaz de ofrecer orden y unidad a los grupos hegemónicos.
¿Mariotto pone palos en la rueda?
Los dichos por la ministra Cristian Álvarez Rodríguez que señalaban que Gabriel Mariotto ponía “palos en la rueda” contrastan con las oportunidades que Scioli podría haber sacado a la cuestión. Si bien Mariotto ha participado junto en distintas jornadas junto a opositores al sciolismo, suele omitirse que el motivo de tales encuentros ha sido la preocupación por la autonomía de la fuerza policial y las pésimas condiciones de vida de la problación carcelaria. Con ello, se critica al vicegobernador pero se tira la mugre bajo la alfombra. El gobernador Scioli, en tanto, no ha asumido un compromiso para resolver éstos problemas (como si lo hizo la ministra Garré al adherir al Acuerdo para una Seguridad Democrática); por el contrario, sostiene al alcaide mayor Ricardo Casal como soporte ideológico  desde el cuestionadísimo Ministerio de Seguridad.
Esto viabiliza un comportamiento diferenciador del gobierno nacional desde la cartera dirigida por Nilda Garré, ofreciendo en la demagogia punitiva perspectivas para una baja de la edad de imputabilidad, continuidad del negocio millonario de la inseguridad (cámaras, alarmas, seguridad privada y otros dispositivos), perpetuación de la autonomía de la fuerza policial, conformación de áreas con  nivel de vulnerabilidad diferencias y la falta de profesionalismo de la institución (en el mejor de los casos).
La idea de sucesión
Desde la reelección de Cristina Fernández es un asunto complejo de resolver la planificación de una estrategia de continuidad del modelo o la opción de una transición. Estos temores están dados por un fantasma que recorre la historia argentina: la anulación de realizaciones exitosas y la eliminación de políticas de mediano y largo plazo al asumir un gobierno de signo ideológico contrario.
A diferencia de otros países, en Argentina los “ismos” desde el siglo XX no designan la abstracción de ideas  movilizantes, sino la adhesión a una conducción de un líder político determinado. El “peronismo” suele ser la expresión de la adhesión por los derechos sociales y la justicia social, peor bajo la importantísima mediación de la figura de Juan Domingo Perón. Al morir Perón, el líder no deja al pueblo un dogma o un marco de análisis para entender la realidad, pero si una formidable estructura que la derecha primitiva suele hacer suya: el Partido Justicialista.
El kirchnerismo, que ha cautivado mediante acciones instituyentes a peronistas y no peronistas, es percibido como una experiencia histórica que puede sentar las bases para al consolidación de un tercer movimiento histórico. Ante ello, pesa la gran responsabilidad de Cristina Fernández y su entorno puedan dar continuidad al modelo y a la pluralidad de fuerzas que lo sostienen. Por mérito propio, la presidencia de Cristina Fernández ha sido riquísima en la extensión de derechos civiles y sociales bajo una democracia deliberativa que redemocratizar los asuntos públicos. De transformarse el kirchnerismo en otro “ismo” permanente, la decisión sobre el asunto implicará fatalmente una responsabilidad con peso histórico.

sábado, 4 de febrero de 2012

Macri-Scioli: ¿Sólo buenos amigos?

El rumor se difundió y pronto se hizo noticia. Seguramente habrán admitido lo de siempre: que se conocen por un amigo, o que simplemente son sólo buenos amigos. Quizás Daniel, con una sonrisa melosa, se habrá atrevido a decirle: “Me gustabas más con el bigote”.


El 5 de enero, Mauri Macri y Daniel Scioli se reunieron para despuntar el vicio y dedicarse un rato a la pasión de toda su vida: el fútbol. El ganador fue Daniel, con su equipo simbiótico equipo naranja. Ante la pregunta de los medios, Mauri lo protegió: "lo conozco a Daniel (Scioli) hace 30 años y el deporte es lo que nos une (además de) muchas relaciones". Luego agregó: "Daniel es muy amigo de mi padre, me invitó a jugar este torneo benéfico y dije 'por qué no'". (1) Esto de “proteger” está referido a ciertas repercusiones que podrían tener el “picadito”, ya que en política Daniel usa una camiseta distinta, aunque muchos creen que llegó al club por capricho de un dirigente medio mafioso que le dijo al nuevo entrenador que lo dejará en el equipo si o sí. Sin embargo, no faltan quiénes creen que en el fondo, Daniel siempre patea para el otro lado pero que como sabe hacerse el boludo cuando se manda una cagada. Siempre va a estar la duda si es un tronco, pero él dice que "porque soy un goleador y me gusta ganar", es decir, ego no le falta.



Ante reproches que habrían provenido de su mismo equipo –el nacional, aclaro-, dicen que Daniel las sintió como “provocaciones” y que él es “un pacificador nato. Predico la mesura. Y tengo la personalidad, la fortaleza y el temple para aplicarlo en los momentos que hay que aplicarlo. No cuenten conmigo para otra cosa”. (2)

El vice-gobernador Daniel Mariotto no fue temperamental, pero sí marcó diferencias en un tono que se supo ver conciliador: Nosotros tenemos otros estilos y convivimos absolutamente en el marco del proyecto nacional. Lo importante es convivir con esos matices y diferencias”. (3) Quien sí salió al cruce con dureza fue Amado Boudou, quién dijo que "Nosotros no tenemos que hacer cuestiones eventistas, tenemos que ocuparnos de la política y después encontrar cada uno la forma de comunicarse", (4)  casi como un reto al niño Daniel, dado frecuentemente a hablar con extraños, interrogado por el chimentista Jorge Rial.

Daniel buscó bajar las aguas, destacando el “compromiso” de Boudou y anunciando que la Presidenta  tiene la tranquilidad de que aquí estamos todos los que integramos su equipo”. (5)


Afinidades

¿Pero qué tienen en común Mauricio y Daniel, que los ha hecho casi el uno para el otro? Luis D´Elía, extraordinario filósofo de barricada, destaca: “Esto es un signo muy claro que los muestra unidos en el futuro [] Es una señal que los argentinos van a tener que decodificar. Son conservadores liberales, son noventistas. No me extrañaría que tengan un futuro político juntos”. (6) Es una posibilidad casi segura para la celebración de un matrimonio de cara al 2015. ¿Como se expresarían estas preferencias en la práctica? Del siguiente modo:
-          Cultivaron una relación de cercanía con el ex presidente Menem, paradigma de las políticas neoconservadoras en América Latina.
-          Oposición a la vigencia y reclamo de los derechos humanos (Macri: cámaras, UCEP, escuchas ilegales, relación con tratantes de personas en la CABA; Scioli: menoscabo del caso “Luciano Arruga” y otros asesinatos selectivos de menores en resistencia a entrar en las redes de delito, apuesta a la baja de imputabilidad de los menores, utilización de un discurso demagógico punitivo, inoperancia de la Secretaría de Derechos Humanos)
-          Presumible alianza con el aparato policial (M:  Policía Metropolitana; S: permisión de la autonomía del aparato policial a través de las gestiones de Carlos Stornelli y Ricardo Casal, bloqueo de todo tipo de iniciativas sobre control civil de la fuerza, manutención de la estructura corrupta e ineficiente de los mandos, presuntos (?)  suicidios de presidiarios)
-          Baja inversión en instituciones públicas y desarrollo social.
Si bien la dupla Macri-Scioli ha protagonizado el affaire del verano, no cabe menoscabar otros roces. La temporada, la playa, el sol y el calor parecerían ser elementos propicios para revigorizar y salir al cortejo (político), todo sea por amor a la política y el bien común. Los siempre fáciles Sergio Massa y Francisco de Narváez también han sucumbido ante los encantos del otro y han tenido tiempo de conversar.





De seguro, este verano de ha dejado caliente a más de uno.

------------------------------------------
(1)           “Scioli y Macri se juntaron para un partido de fútbol en Mar del Plata”, en edición digital del diario Clarín. Disponible en: http://www.clarin.com/politica/Scioli-Macri-juntaron-Mar-Plata_0_622138032.html
(2)    “Se enojó Scioli: "A esta altura me rompe las pelotas tener que dar explicaciones" “, en Perfil del 8/1/2012. Disponible en: http://www.perfil.com/contenidos/2012/01/08/noticia_0009.html
(3)           “Más comunión que distancia”,  en Página/12 del 17/1/2011. Disponible en:  http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-185651-2012-01-17.html.
(4)           “Boudou sobre el partido Macri-Scioli: ´Yo no juego al fútbol´”, disponible en http://www.lanacion.com.ar/1441485-boudou-sobre-el-partido-macri-scioli-yo-no-juego-al-futbol
(5)           “Hay equipo”, en Página/12 del 20/1/2012, disponible en: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-185871-2012-01-20.html

(6)    D'Elía: "No me extrañaría que Scioli y Macri tengan un futuro político juntos"”, en diario La Nación del 6/1/2012. Disponible en: http://www.lanacion.com.ar/1438418-delia-scioli-macri


martes, 22 de noviembre de 2011

La amenaza tecnocrática

Por Santiago Ibarra

Política y ciudadanía
Muchas son las definiciones que a lo largo de la historia los estudiosos han dado a la Política, y a pesar de las distintas definiciones, todas ellas han concordado en los efectos prácticos: ninguna soslaya el rol protagónico de la política al momento de pensar la conformación o la transformación de los aspectos de la vida pública.  En su sentido clásico, ella expresa el estudio de los asuntos y formas que asume un gobierno que actúa sobre un territorio dado (la polis) sobre el objetivo de perfeccionar el bien común y regular la convivencia.
Ello no impide que la relación del binomio políticos/ciudadanía se halla visto erosionada cuando los representantes del pueblo han traicionado desde sus bancas las promesas electorales que motivaron el voto popular. Con frecuencia, la paulatina profesionalización de la política, el impacto de los lobbies mediáticos y el ceñimiento de los asuntos públicos a la tarea de consultores han degradado un espacio de decisión de que fueron distanciados actores sociales protagónicos de la sociedad civil.
En tal sentido, vale la pena esbozar el frecuente trayecto general del neoliberalismo en la política. El desengaño y la expulsión de las decisiones políticas de la sociedad civil ha culminado en una degradación institucional que ha favorecido la intervención de nuevos actores en la escena pública: los emisarios de los grupos trasnacionales, profesionales prestigiados por las instituciones neoliberales, colocados estratégicamente en influyentes lugares de gobierno. Ajuste fiscal (es decir, fin de la obra pública, gastos sociales, etc.), eliminación del Estado de Bienestar, endeudamiento y privatizaciones  fueron así causa de desempleo y pauperización, en una política arbitraria destinada a una modernización excluyente de la producción que derivó en una concentración de la riqueza en un mercado de monopolios. El resultado posterior, generalmente, ha sido una mayor condena pública hacia el sistema representativo y un mayor hundimiento en la crisis ante los problemas para pagar la deuda, renegociarla u obtener nuevos préstamos.


En tal sentido, la crisis argentina es ejemplar en sus causas y consecuencias, al exponer la falsedad de las promesas neoliberales: no hubo “mercado eficiente y competitivo” sino “monopolios con poca inversión”, ni “mercado de trabajo dinámico” sino “creciente desempleo”, en tanto que el “ajuste fiscal” promovido para garantizar un Estado libre de gastos fue contrarrestado por la dependencia de empréstitos del FMI. Pese al rechazo en 1999 de la política menemista, la historia se repetiría como tragedia: la designación de Domingo Cavallo como ministro de Economía en el gobierno de la Alianza, heredero del pionero Martínez de Hoz, reveló la poderosa influencia de los economistas como intérpretes de los jeroglíficos del mercado, ese monstruo inmenso al que “hay que calmar” con pedidos de compasión y el “sacrificio” del ajuste fiscal.
Distinta en sus causas, la crisis europea no deja de tener puntos de contacto con las manifestaciones en Latinoamérica iniciadas en 2001: se trata del empoderamiento de sectores de la sociedad civil que expresan con voz y cuerpo la disconformidad con las expectativas depositadas. Esta imagen de una “indignación” movilizante da por tierra con la calificación de la multitud demandante como una desprolijidad tercermundista, sino que expresa la búsqueda de profundizar la democracia en un contexto de tensión para garantizar o incorporar derechos.
La crisis, además, cuestiona severamente los proclamados éxitos del parlamentarismo y la Unión Europea al momento de pensar soluciones estabilizadoras. Si bien el parlamentarismo europeo había sido teorizado como emblema en cuanto a forma de gobierno estable, lo cierto es que pareciera agravar la fragilidad de los ejecutivos en tiempos de crisis, manipulados bajo la influyente presión de las mociones y lobbies. No es casual que en una de sus últimas declaraciones el premier griego Papandreu haya instado a que en las reuniones del G-20 celebradas entre el 3 y el 4 de noviembre los líderes mundiales "garantizar que la democracia está por encima del apetito de los mercados". En ese contexto, Papandreu se hallaba sujeto una posible destitución vía parlamentaria y se disponía a consultar al pueblo sobre la conveniencia de recibir un segundo empréstito financiero de la Unión Europea, por lo que las palabras pudieron fácilmente interpretarse como la proximidad de un golpe financiero y un avasallamiento de la seguridad económica griega. Papandreu, en idas y venidas permanentes, finalmente dimitió como primer ministro y se dispuso a integrar una coalición nacional con otras fuerzas políticas liderada por el economista del Banco Europeo Lukás Papadimos, luego de rechazar la idea del referéndum (¡por él mismo propuesta!).
Por otra parte, el debate sobre los beneficios de una pertenencia encorsetada a la UE (con sus exigencias del límite inflacionario del 2%) ha permitido ampliar el debate en cuanto a las pérdidas notables de soberanía en los países miembros, siendo cuestionados paralelamente los métodos de negociación, la preeminencia de los objetivos comerciales, el elitismo subyacente en las decisiones y la arbitraria situación de Francia y Alemania, elevados al rol de acusadores y jueces. De este modo, la unión enfrenta por vez primera un desafío real que amenaza socavar el prestigio de la integración regional europea.
Tecnócratas al poder
El proceso de suplantación de la política por la doctrina económica de los técnicos autorizados iniciado en Grecia amenaza con expandirse a lo largo de la eurozona, teniendo un correlato en Italia, donde el economista Mario Monti (Coca-Cola, Grupo Bildenberg y Goldman Sachs) se ha hecho del honroso lugar de primer ministro. La idea de una democracia tutelada por la razón de mercado es una posibilidad que empieza a percibir como probable un amplio conjunto de la población.
El fracaso (o la sumisión) de los políticos europeos en detrimento a la realización del bien público tarde o temprano tiene consecuencias. El fraude de una estabilidad económica basada en el endeudamiento y la dependencia, lamentablemente, suele agravar las crisis aumentando el poder a técnicos ponderados, ligados a los principales centros financieros, quienes siendo avalados como los únicos capaces de destrabar el conflicto económico profundizan la crisis en la reimplementación de las políticas de ajuste y regeneran el malestar social.


El ascenso de los técnicos bajo la piel de una nueva élite había sido ampliamente promovido ya desde las primeras usinas neoliberales, promotoras del reemplazo del políticos por administradores. Sin embargo, el analista Zbigniew Brzezinski supo considerarlos un riesgo ya que “que la entronización de los dogmas y la subordinación de las ideas a las instituciones, con su secuela de dogmatismo conservador, ponen un serio obstáculo al cambio social positivo.” Por ello mismo, discutir al tecnócrata economista constituye principalmente en desestimar todo un proceso de formación académico desprovisto de una educación sin ningún tipo de función social. En definitiva, planteada la educación como ámbito de estratificación diferenciada de la sociedad –en que, por supuesto, sólo quienes accedan a estudios superiores asumirán ámbitos de influencia superiores-, la omisión de los presupuestos de bien común por los administradores no ha terminado sino por degenerar la función pública en un contexto en que el alejamiento creciente del mercado laboral de grupos numerosos puede convivir con la ostentación de las élites políticas y económicas, casi indiferenciadas. Siendo la especialidad de los tecnócratas de la economía la formulación de mecanismos (inflexibles) destinados a alcanzar los mayores niveles de rentabilidad -mérito que les ha dado grandes esferas de decisión en el sector privado- el mal que aqueja a Italia y Grecia en la actualidad es doble: a) la fuerte ingerencia en la política nacional de individuos no autorizados por el voto popular y b) la desestimación de la posibilidad de dinamizar la economía local en la tarea de cumplir con los compromisos financieros.
La situación se agrava por el marco ideológico que el neoliberalismo brindó para destruir las posibilidades de una necesaria camada de gestores públicos, capaces de entender las demandas ciudadanas, función que antes competía a un político formado e informado, y reemplazo la aplicación de recetas de una dogmática académica afectada a las modas intelectuales. En definitiva, el vano intento de apagar un incendio con combustible.
Perspectivas.
Europa –y el mundo todo- asiste fabulosamente a un debate quizás inédito en Europa sobre la democracia y el rol de la ciudadanía. El empoderamiento de diversos movimientos sociales muestra el vacío de la forma del esquema representativo de gobierno y de las promesas neoliberales, con fuerzas políticas que cierran el debate público sin impulsar expectativas de sectores de la sociedad que se han empezado a movilizar. No se trata de cuestionar la democracia sino de profundizarla a través de respuestas o expresiones concretas en que las personas no sean tratadas como números. De todos modos, no faltarán núcleos extremos que en el marco del desempleo propongan limitar, expulsar e incluso amedrentar la inmigración, siendo funcionales a resguardar de responsabilidades a quienes con sus maniobras son los auténticamente responsables.
A la recuperación de la politización debería surgir la alternativa de un programa y liderazgo de emergencia para dar nuevos cauces de confianza; sin embargo, el hecho positivo es que varios europeos han comenzado a sentir un protagonismo inusual y se entienden formadores del cambio, ante el total avasallamiento de la democracia en el nombramiento de gobernantes ilegítimos avalados por un caduco sistema político. Florece así la posibilidad de un cambio global, en un mundo inevitablemente sistémico. Quizás, como sostuvo la periodista Stella Calloni sobre las asambleas argentinas de 2001-2002, los indignados perciban que “Detrás, debajo, antes y ahora está ese sonido de los pies marchando siempre, como un eco eterno de la vida contra la muerte. Detrás de cada acción, de cada acto imaginativo que ocupa los espacios vacíos del poder moribundo, está un camino que alguien anduvo –a veces ocultado por las malezas del olvido- y está lo nuevo que fermenta, crece y hace posible esta resurrección increíble con que entramos de nuevo en la vida, y en un solo acto –como de magia colectiva- sepultamos la esencia del colonialismo tardío que quiere caer sobre nosotros.”