Traducida
como “Invasión a la Casa Blanca”, “Casa Blanca: la caída” y “Objetivo: La Casa
Blanca” en los cines hispanoparlantes, “Olympus has fallen” (2013, Antoine
Fuqua, 2013) recrea una amenaza a la seguridad nacional (el título refiere,
concretamente, a la desactivación del dispositivo de seguridad en el interior
de la residencia presidencial).
Corea
del Norte, con un ejército de un millón de soldados, se aposta a 50 kilómetros
de Seúl. La diplomacia de Corea del Sur se reúne con el presidente de los Estados
Unidos para destrabar la crisis. Y de repente, lo inesperado : un avión
(paradójicamente, no detectado por radares y con una carga de combustible
inverosímil) comienza a bombardear y ametrallar los transeúntes del Capitolio.
Una vez derribado el avión, numerosos camiones se aproximan al área de
conflicto e invaden a la Casa Blanca.
La
representación de los milicianos invasores no ofrece nada novedoso: con
pasamontañas y rifles a repetición avanzan contra las fuerzas de seguridad que resisten
el ingreso. Los lanzagranadas también permiten recordar los ataques de
Vietcongs. Quizá un anuncio de que el peligro amarillo ha regresado.
Efectivamente,
la película insiste en una asiatización
del enemigo. El villano es Kang Yeasak (Rick Yune), hijo de un opositor
norcoreano ejecutado, ahora un peligroso terrorista responsable de un bombardeo
a la embajada británica en Seúl en 2004 y de canalizar tecnología de
enriquecimiento de uranio a Piongyang desde Pakistán. Pese a todo, su capacidad
destructiva no está libre de objetivos políticos, para lo cual exhorta al mando
estadounidense a trasladar la séptima flota .
“- ¿Es del norte? Sin
lugar a dudas no es del Sur.
-
Trabajo
por la justica. Para dar a millos de hombres, mujeres y niños famélicos algo
más que la posibilidad de subsistir. Para poner fin a la guerra civil que su
país interrumpió hace tanto tiempo. Y sí, por una Corea unida y próspera.”
Cuando
la presión de Kang logra alejar la VII Flota, un informativo anuncia la crisis
internacional ante la pérdida de la relación de fuerzas, señalando la
importancia del rol regulador que el ejercicio imperial brinda en la
estabilidad de la zona, dado como irremplazable por las potencias continentales
hegemónicas.
“Las fuerzas militares
de Corea del Norte y del Sur están en alerta ante los rumores de la retirada de
EE.UU. de la Zona Desmilitarizada. Indica, China y Rusia declararon estado de emergencia
y han movilizado fuerzas militares. En Medio Oriente, la respuesta al ataque a
la casa blanca es de júbilo. Miles de personas celebran en la calle y queman
banderas de EE.UU. El vacío de poder creado por la partida de los EE.UU.
podría despertar de inmediato un conflicto a gran escala y cualquier guerra
convencional en esta zona fuertemente armada del mundo podría resultar en una
confrontación nuclear.”
El
encargado de salvar al presidente (Aaron Eckhardt) y solucionar el conflicto es
el agente Mike Banning (Gerard Butler), transferido del servicio hacia el
Ministerio de Hacienda por rememorarle al
presidente la muerte de su esposa. Banning recupera así la posibilidad
de redimir su culpa enlistándose en una misión personal.
"Se trata de la genialidad del plan más que del nivel de acción. No olvidemos que el ataque del 11/9 fue tan sólo que unos chicos subieron a un avión con una navaja. Eso es lo que me atrajo de esto, lo relevante y lo provocativo que fue", dice Butler sobre la historia, que fue desarrollada con ayuda de expertos en seguridad pertenecientes al mismo Servicio Secreto, al FBI y a la CIA.
Fue así como se determinó que la toma de la Casa Blanca se podía llevar a cabo en 13 minutos, usando un camión de basura. "Pensamos que sería relativamente fácil conseguir un camión de basura, el que nos podría servir como un bunker bastante sólido, así que ese fue nuestro punto de partida. Lo establecimos para el 5 de julio, ya que los camiones estarían haciendo limpieza después de la celebración del feriado. Antoine tomó esa idea y añadió sus propios toques cinematográficos", explica el actor.
"Se trata de la genialidad del plan más que del nivel de acción. No olvidemos que el ataque del 11/9 fue tan sólo que unos chicos subieron a un avión con una navaja. Eso es lo que me atrajo de esto, lo relevante y lo provocativo que fue", dice Butler sobre la historia, que fue desarrollada con ayuda de expertos en seguridad pertenecientes al mismo Servicio Secreto, al FBI y a la CIA.
Fue así como se determinó que la toma de la Casa Blanca se podía llevar a cabo en 13 minutos, usando un camión de basura. "Pensamos que sería relativamente fácil conseguir un camión de basura, el que nos podría servir como un bunker bastante sólido, así que ese fue nuestro punto de partida. Lo establecimos para el 5 de julio, ya que los camiones estarían haciendo limpieza después de la celebración del feriado. Antoine tomó esa idea y añadió sus propios toques cinematográficos", explica el actor.
Esta escena se
presenta en tiempo real, detalle que pretende dar mayor realismo a los hechos.
Aunque el objetivo de Fuqua y Butler es entretener a la audiencia, el director
dice que la historia también entrega una lección. "Desde el 11/9, hemos
llegado a ver el mundo de otra manera. La película es muy entretenida, pero
también es una historia con moraleja. Al bajar la guardia, todo puede
pasar".
Sin
la pretensión de hacer una valoración sobre la densidad dramática sobre un film
de propaganda, puede destacarse que una vez más un film se destina al Sudeste
asiático.
Verdad y ficción
Con la conformación de la ideología del Departamento de Defensa de un “eje del mal” durante las presidencia de George W. Bush (2001-2009), sostén argumental a través del cual la política exterior estadounidense comenzó a negar la estabilidad anunciada bajo “el fin de las ideologías” en una revisión teórica favorable a un rol rector de Estados Unidos en la intervención armada.
La tensa relación
diplomática entre Estados Unidos y Corea del Norte tuvo un agravamiento notable
tras el lanzamiento de la “guerra contra el terrorismo”, siendo desde el 11 de septiembre
de 2001 anunciado como posible blanco militar. De este modo, el “enemigo
coreano” se habría agorando interviniendo
en el complejo contexto de la globalización, siendo acusado de desarrollar un
agresivo programa nuclear en el mercado negro.
Durante marzo de 2013, se dio a conocer un video que mostraba un desfile de honor al presidente de Corea del Note, Supremo Líder Kim Jong Un, y seguidamente se visualizaba el lanzamiento de un misil dirigido hacia la Casa Blanca. Entre las hostilidades recientes en la península, Corea del Norte hundió en 2010 un buque de guerra a Corea del Sur, en un conflicto que ameritó la intervención mediadora de China.
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