(extracto de un artículo publicado en el diario Jyllands Posten, el de mayor tirada de Dinamarca)
Por Poul Erik Skov Kristensen* - Traducción e información cortesía de Mercedes Sanz
El rechazo de Dansk
Bryggeri (patronal de la industria cervecera) para incluir la lucha contra el
deterioro social en el convenio es solo el último ejemplo del cinismo que se ha
expandido en muchos lugares, escribe el cronista.
Las escuelas públicas danesas, los
jardines de infantes y las empresas las limpian rumanos a quienes no les
pagan salarios, viven en condiciones miserables y deben comer comida de la
basura.
En las construcciones de todo el país
trabajan miles de trabajadores extranjeros por un bajo salario y sin derechos
laborales. E historias como estas aparecen todos los días en los medios y en el
cuartel general de l sindicato." Los patrones daneses de la construcción
dejan vivir y trabajar a polacos bajo condiciones peligrosas." "El
director empleó mano de obra mal pagada para construirse una casa en el Norte
de Zelandia (isla danesa donde se encuentra Copenhague. red)." "Las
jardinerías engañan a los trabajadores polacos".
Estas son historias que me hacen
afirmar que algo anda mal en Dinamarca. Totalmente mal!! Porque cómo podemos
ser dignos de eso? Vivimos en uno de los paises más ricos del mundo, donde hay
mucha diferencia entre ser director y desempleado, pero donde nos hemos
arreglado con un sistema de bienestar donde todos pueden vivir una vida
decente.
Sin embargo hay una codicia, una
mentalidad de señor supremo y un cinismo que hacen que sí podamos ser
dignos de que nuestros vecinos y seres humanos como nosotros vengan y sean
explotados de la manera más brutal. La explotación más atroz se muestra en
algunos de los municipios más ricos del país. 3F ha hablado p. ej. con más de
35 rumanos que han trabajado haciendo la limpieza en sitios municipales
por dinero en negro bajo condiciones de trabajo
forzado y tráfico de personas. Muchos de ellos han hecho la limpieza
en escuelas y guarderías en ricos municipios del Norte de Zelandia.
Algunos artíkulos muestran también que los directores y otros empleados de
altos salarios en las empresas usan gustosamente mano de obra mal pagada del
Este de Europa para renovar sus palacetes en el Norte de Zelandia. Pero también
en Jutlandia (la región peninsular de Dinamarca.red) y el resto del país han
sido atacados. En los últimos tiempos, el ente de administración
impositiva y la policía han hecho inspecciones en una casa en el Este de
Jutlandia donde encontraron 13 empleados de limpieza del Este de Europa,
4 de ellos estaban registrados en la oficina de impuestos y dijeron que
cobraban de 500 a
700 euros por mes con una semana de trabajo de más de 60 hs. en empresas bien
renombradas del país.
Los responsables en las causas de
grave explotación son muchos. Está el director que quiere construir su casa a
un precio ridículamente bajo, aunque tienen mucho dinero en su cuenta
bancaria. Están las firmas que usan sospechosos empresarios subcontratados
para socavar a la competencia, conseguir contratos y ganar dinero. Hay
empresarios de la construcción y municipios que firman contratos tan baratos
que es imposible construir en condiciones y salarios regulares para
quienes colocan los ladrillos y pasan el trapo.
Todos crean un mercado de trabajo
en Dinamarca en donde en la superficie hay trabajadores con un salario
regular y buenas condiciones de trabajo y bajo esa
superficie un mercado de trabajo paralelo, bajo miserables
condiciones.
Muchos rumanos que hacen la
limpieza en Dinamarca, vienen de condiciones de extrema pobreza. No tienen
dinero para comer. En Rumania 300 euros no es en absoluto un mal salario,
por eso muy fácilmente se dejan tentar por un salario de 500 euros o 3.700
coronas (2.886 pesos. red) en dinero en negro al mes en Dinamarca. Pero
vamos a aceptar como sociedad que a la gente se le pague tan poco o que no se
le pague nada? Hay algún danés que desea un mercado de trabajo así?
Los trabajos que hoy hacen los rumanos
antes eran buenos empleos, normales, con los que uno podía vivir una vida
decente. Estos empleos desaparecen ahora pero no hacia fuera del país sino
fuera de un mercado de trabajo decente. Si no nos cuidamos, tendremos un
mercado de trabajo que se parecerá al mercado de trabajo dividido de Alemania,
donde una fuerte desocupación ha llevado a que los trabajadores con salarios
rebajados de las empresas de servicios están en camino a formar un
nuevo proletariado. Un proletariado alimentado del hecho de que miles de
trabajadores del Este de Europa intentan llegar a Alemania con el hambre en el
estómago ofreciendose por un salario que apenas les permite sobrevivir.
El desarrollo en el país vecino y las
tendencias que vemos en Dinamarca nos recuerdan la gran responsabilidad que
tienen los políticos y las partes en el mercado de trabajo para frenar la
creación de una nueva sociedad de clases con un proletariado.
Estoy de acuerdo en que hay que
separar las cosas cuando hay que actuar. La historia de los rumanos en el ramo
de la limpieza es alarmante porque se trata de trabajo forzado, trata de
personas y decidida acción delictiva. Estos casos son tan graves que la policía
debe intervenir. Y aquí debe haber graves consecuencias para los responsables.
Las historias sobre el trabajo en la construcción
son de otro carácter. Aquí no se habla de acción delictiva pero sí de
explotación y mal salario pero dentro de la ley.
Sin embargo, es increíblemente
importante que intervengamos. Tenemos que frenar la actitud que se expande de
que "está bien que seres humanos como nosotros vengan de otros países
más pobres con peores condiciones porque ellos mismos quieren venir y a pesar
de todo consiguen un salario más alto que el que consiguen en sus países".
Esta es una actitud cínica y arrogante. Es una pendiente resbaladiza donde la
estación terminal puede ser el tráfico de personas y el trabajo forzado. Y es
además una actitud que ataca al mercado de trabajo danés, porque presiona los
salarios hacia abajo y hace más difícil construir las buenas condiciones
en general.
Por eso estuvo el deterioro social muy
presente en el orden del día de 3F
cuando negociamos el convenio con la construcción. Luchamos para conseguir que
la patronal vea que tiene una responsabilidad en asegurar que los empresarios
subcontratados paguen salarios según el convenio y en buenas condiciones. Pero
las cerveceras traicionaron su responsabilidad y cínicamente rechazaron luchar
contra el deterioro social tomandolo como parte de la negociación en el
convenio.
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Todos tenemos que frenar este torcido
proceso, de modo que cada danés, también los ricos directores, paguen el precio
que cuesta una Dinamarca decente de la que todos podamos ser dignos y que todos
tenemos ganas de dejarsela en herencia a las próximas generaciones.
*
Muy buena la edición. Si supiera que salió en un blog argentino qué diría, no? Me parece una denuncia de gran valor para el análisis de la stuación actual en Europa, porque además describe tambíén un poco la de Alemania, la economía más fuerte de Europa y una de las mayores del mundo, donde, aunque no lo dice él en este artículo, hay gente pidiendo en la calle. Y un poco también la de Rumania y Polonia, dos países que también forman parte de la UE...Y esto por no hablar de Grecia...
ResponderEliminarQue espanto. Sabrás que en el continente se considera a Dinamarca uno de los países con mayor nivel de desarrollo humano y equidad. Es una pena el deterioro de la calidad de vida de los trabajadores y la irresponsabilidad de la dirigencia gremial que no se hace cargo. Estando en gobierno una fuerza de centroizquierda, ojála pueda rumbear el proceso ante la avanzada del poder tecnocrático de la derecha.
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