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pregunta inicial, que amerita la reproducción de este video es ¿cómo funciona
el capitalismo, en el país que se enorgullece de ser su principal promotor?
¿cómo se combinan las libertades civiles con la naturalización del lucro?, ¿cuál,
finalmente es la relación entre democracia y mercado? Estas preguntas han sido
frecuentes a lo largo de la historia. Estados Unidos, ejemplo de república, crecimiento
y desarrollo industrial durante los siglos XVIII y XIX, padre de la liberación
universal en las posguerras europeas, sostén de la democracia durante la Guerra
Fría y ejemplo del nuevo rumbo económico (la marketinizada “Revolución
Conservadora” de los `80) ameritaba una exposición al mundo sobre aquello que socialmente es, o dicho sea de otra
forma, como vive el ciudadano estadounidense su inserción bajo el paradigma de
su cultura.
La
llegada del neoliberalismo tal como hoy persiste en Estados Unidos habría llegado
de la mano de la presidencia de Ronald Reagan, en un proceso que implicó inicialmente
un crecimiento récord de las empresas, y que derivó en despidos masivos,
congelamiento de salarios, endeudamiento y quiebras de ciudadanos.
Sorprendentemente, hasta 1970 el país gozaba de un Estado de Bienestar sólido,
con alta participación de los trabajadores en las ganancias y con salud y
educación garantizadas.
La
mercantilización de la salud se presenta un aspecto traumático de la población media,
en el que al falsificación de documentos, el soborno a los poderes públicos y
la disposición de los cuerpos bajo la apelación a la autoridad científica explicitan
una sociedad en que el mercantilismo de una oligarquía y la efectividad de su
gerencia amenazan severamente la posibilidad de un orden democrático. Otro de
los aspectos más problemáticos que se describen es la situación de los deudores
hipotecarios, obligados a vender sus casas en ejecución a precios irrisorios, lo
que describe como “robar propiedades legal y éticamente”.
Característica
distintiva de los documentales de Moore, los extras rivalizan en calidad de
contenido a la edición final.
- En “Perdón,
revendedores inmobiliarios y bancos” se describen los altos costos humanos
de los ajustes empresariales de General Motors en Flint, con la
consiguiente migración de los trabajadores hacia otras ciudades. Dan
Kildac, tesorero electo del condado Genesee de Flint y presidente del
Community Land Bank, decide la toma de tierras abandonadas como medida
contra los especuladores en un esfuerzo por revalorizar la propiedad de
los inmuebles garantizando cuidado y belleza urbanas, en una iniciativa
por revalorizar los inmuebles a través del “control del paisaje”.
- “¿Y si le
hubiéramos hechos caso a Jimmy Carter en 1979?” retoma el discurso
presidencial del 15 de julio de 1979, en el cual el presidente
estadounidense dio un discurso crítico con el rumbo adaptado por la
humanidad, anunciando la prevalencia del tener por sobre el ser, por la necesidad
de la conciencia social de adoptar medidas de desarrollo sustentable y la necesidad
de afianzar el rol de Estados Unidos como autoridad moral bajo el
paradigma del respeto a los derechos humanos. El rumbo político que ha
seguido la potencia norteamericana evidencia que continuó sus políticas en
alineación a un discurso distinto.
- “El
congresista Cummings se atreve a hablar de aquello que no se habla” es una
entrevista al representante Elijah Cummings, quien se quiebra al hablar
del proceso de pauperización de su distrito, definiendo al capitalismo
como contrario a la equidad y al trato justo.
- Particularmente
curioso es “Los ricos no van al cielo/Hay un lugar reservado para ellos”,
en que el sacerdote Dick Preston califica al capitalismo como un sistema
económico inicuo y define a Jesús “un cristiano socialista”.
“Capitalismo” expone los padecimientos e inestabilidad de una clase baja resignada y una clase media siempre amenazada por las imprevisiones, en una sociedad en que el espacio social y público son inexistentes, un aval para la mercantilización del padecer ajeno. Al mismo tiempo, la aceptación de la vulnerabilidad que origina el sistema deja a las claras las restricciones existentes para una ciudadanía libre, segura y feliz. La aceptación de éstas reglas de juego implica, ante todo, la imagen de un consenso (presunto) en la opinión pública, generando un importante vacío para la conformación de demandas instituyentes, una soledad pasiva y negativa que somete a los designios de las corporaciones que han hecho, por presión o corrupción, al Estado un mero apéndice de sí mismas.
En
definitiva, una cabal muestra de la distópica actualidad en que un puñado de
estadounidenses han logrado “hacer la América” sobre la sangre, sudor y
lágrimas de sus compatriotas.
(Estados Unidos, 2009) Capitalism. A love story, dirección de Michael Moore.
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