En el día
de ayer, los argentinos recuperaron el símbolo más preciado de una etapa histórica
económicamente pujante y socialmente fructífera.
El tránsito por el Senado
Tras la iniciativa presidencial, el debate se transladó al Senado el 25 de
abril donde obtuvo media sanción. Con más de 14 horas de debate, el Senado de la Nación aprobó en general,
con 63 votos a favor, 3 negativos y 4 abstenciones el proyecto de ley que prevé
la expropiación del 51% de las acciones de la petrolera Repsol-YPF, con el
respaldo del oficialismo y de la mayoría de los bloques opositores.
En el marco de la sesión, que se
inició a las 10,30, el oficialismo y la mayoría de los bloques opositores, como
el radicalismo y el Frente Amplio Progresista, anticiparon en el recinto su
respaldo al texto del Poder Ejecutivo. Las senadoras de la Coalición Cívica ,
María Eugenia Estenssoro; del Frente Cívico y Social de Catamarca, Blanca
Monllau y del FAP, Norma Morandini se abstuvieron.
Por su parte, se mostraron en contra
los peronistas puntanos Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso; el
salteño Juan Carlos Romero, y el senador de la Alianza Frente
Compromiso Federal de San Juan, Roberto Basualdo.
Aprobación en Diputados
El día 3 de mayo llegó el tratamiento del proyecto en
la cámara baja.
Los diputados del PJ disidente ya habían
abandonado sus bancas, igual que hizo el radical Oscar Aguad antes de la
votación. Elisa Carrió había hecho lo mismo después de pedir al presidente de la Cámara , Julián Domínguez,
que diera vista al fiscal de turno para investigar la responsabilidad de los
funcionarios del Gobierno en el vaciamiento de YPF, según lo que denunció el
jefe de la bancada radical, Ricardo Gil Lavedra, en el recinto.
Ricardo Gil
Lavedra defendió la postura de la
UCR en “un intenso proceso de discusión interna, que no fue
fácil, y que para algunos medios fue más importante que la propia ley”. Después
detalló los “cinco ejes sustanciales” sobre los que plasmaron sus disidencias:
sostuvo la “grave situación energética que compromete seriamente la economía y
pone en riesgo su desarrollo” y vaticinó que “tenemos petróleo para once años y
gas para ocho años”. “A la crisis se llegó después de que Menem privatizó YPF y
las políticas seudoprogresistas de los Kirchner”, soltó el ex camarista federal
antes de afirmar que “la famosa argentinización de YPF es un fraude”, denostó
la “hipocresía de un relato épico” del oficialismo y concluyó que a pesar del
apoyo radical al proyecto en general “no convalidamos la negligencia ni la
corrupción”.
El FAP combinó su representación para manifestar su “apoyo
crítico” al proyecto. “¿Estamos hoy estatizando YPF? No”, se preguntó y
contestó Gerardo Millman, del GEN. El juecista cordobés Ernesto Martínez afirmó
que “sufragaremos convencidos pero críticos” y reclamó al Gobierno que “asuma
inmediatamente una política energética, si no la ley se transformará en un
boomerang”. “Venimos con claridad y sin dudas a apoyar un proyecto que
significa abrir la posibilidad de una mayor capacidad de decisión del Estado en
materia de política energética, porque donde estén los intereses de la Nación , vamos a estar
nosotros”, puntualizó el socialista Juan Carlos Zabalza.
Fernando “Pino” Solanas sostuvo que la ley “es un paso importante
para recuperar la renta” petrolera, pero cuestionó que la intervención de YPF
esté a cargo del “ministro responsable de pilotear ocho años de desastres”.
Luego reclamó la “prohibición inmediata de las exportaciones”, “auditoría de todos
los yacimientos” y “medidores para todos los pozos”.
“Apoyamos el
proyecto con esperanza, que es cuando uno tiene problemas. Desde el punto de
vista energético estamos en las malas, no en las buenas”, dijo Felipe Solá para
respaldar la iniciativa del Gobierno y sumarse a muchos de los planteos de
Solanas.
"YPF en un
capítulo más de esta novela desastrosa”, dijo la macrista Laura Alonso para
manifestar el voto en contra del PRO. “Este gobierno fue y es parte del saqueo
de los recursos naturales. No vamos a convalidar con nuestro voto que siga esto
en el futuro”, sentenció eufórica. Alonso habló envuelta en una bandera
argentina, lo que le valió algunos comentarios poco amistosos de parte de los
militantes kirchneristas.
Los peronistas federales dividieron votos y discursos. El
dirigente sindical petrolero Alberto Roberti se encolumnó junto a otros dos
compañeros de bloque con “la ley de recuperación del patrimonio de la empresa
más importante de la
Argentina ” y sin “objeción alguna sobre los artículos”.
Enrique Luis Thomas habló en nombre de los 17 que votaron en contra del
proyecto y anunció que luego de la votación en general se retirarían del
recinto ante la negativa oficialista de aceptar modificaciones al texto
original. Ocaña, que forma parte del interbloque de los federales, se abstuvo.
Los cívicos de Carrió también votaron divididos. Lilita encabezó
las abstenciones, mientras dos de sus dirigidos, Horacio Piemonte y Carlos
Comi, lo hicieron a favor.
Tras doce horas de discursos, debates y cruces, el proyecto se
transformó en ley. Desde las gradas desplegaron una enorme bandera con la
figura del ex presidente Néstor Kirchner sonriente y levantando su pulgar. Fue
el telón de cierre para una de las medidas más trascendentes del gobierno de
Cristina Fernández de Kirchner.
FUENTES
Dejen de defender al gordito trepador. Bancar a Sabbatella es como hacerle la paja a un muerto, compañeros.
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