jueves, 18 de julio de 2013

Propuestas de reformas institucionales de Raúl Zaffaroni

Entrevistado el 17 de julio de 2013 en el programa “Juego de Damas” (CN23, miércoles de 23 a 24 hs.), el juez de la Corte Suprema manifestó su valoración del sistema institucional argentino, la relación entre poderes y las pugnas por la prevalencia del poder político en el mundo actual.

Uno de los aspectos más relevantes fue la importancia del control de constitucionalidad, difuso en el sistema judicial argentino. El juez sostuvo que al existir un código para 24 jurisdicciones, que a diferencia del sistema estadounidense no producen su propio código, interpretan de veinticuatro formas distintas una misma letra. Según este problema, Zaffaroni considera que hay que tomar conocimiento del problema y reconocer esa anomalía de un sistema copiado de su original estadounidense.

Sobre los episodios de enfrentamiento y conflictividad propia del presidencialismo, Zaffaroni instó a repensar un modelo parlamentarista, en que el ejecutivo surge de un acuerdo consensuado y donde las minorías permanecen en expectativa de gobierno.

El elemento político del control de constitucionalidad tiene su relevancia también en este aspecto: la Corte Suprema no garantizaría seguridad jurídica alguna. Al respecto, merecería pensarse en un Tribunal Constitucional para resolver los conflictos interpoderes. No obstante, su poder contralegislativo y la duración larga de los mandatos (12 años, por lo general)  ameritaría pensar en una realización que no conllevara un desequilibrio institucional.

También profundizó en episodios recientes vinculados a lo político, lo jurídico y lo ético. Al respecto, sostuvo que la revisión del avión presidencial del presidente Evo Morales constituyó una flagrante violación a la Convención de Viena. Zaffaroni considera que los servicios de inteligencia se han autonomizado, deslizando la posibilidad de la intervención de los servicios en la operación por su propia cuenta, estando fuera de todo control, ejemplificando la debilidad del poder político de Obama para torcer la situación de Guantánamo como muestra de la supremacía de las corporaciones económicas en Estados Unidos.

Sobre los episodios de financiamiento de “dinero sucio” en España, Francia y Alemania, el juez sostuvo que es necesario un debate serio del poder político, por sobre las estrechas miras de la antipolítica que, según Zaffaroni, es el fascismo, es la queja de quiénes dicen “miren lo que se está ganando” para ocupar esos lugares. El problema del financiamiento de la política sería un problema mundial, carente aún de un debate de fondo necesario.

Consultado sobre la demora en la resolución del caso del atentado de la AMIA, Zaffaroni responsabilizó al poder judicial y también al poder ejecutivo. La policía de investigación criminal adolecería de un defecto institucional que puede llevar a cometer errores al depender del poder ejecutivo y no de los jueces que investigan una causa, pudiendo cumplir formal pero no materialmente los pedidos formulados. Un buen modelo sería el ofrecido por la policía judicial costarricense, dependiendo del poder judicial o del Ministerio Público.

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