La medida de la presidenta Cristina Fernández causó
asombro en el sistema político argentino, generando adhesiones y rechazos
enfáticos. Sectores opositores apoyan la propuesta
del oficialismo.
El jefe de
bloque de la bancada del Frente para la Victoria sostuvo que la decisión de expropiar fue
“una decisión absolutamente razonable". “Cuanto más crecía la rentabilidad de Repsol, menos invertía", afirmó. Rossi expresó que como consecuencia de esa
falta de inversión se llegó a una situación inédita en la Argentina. "Eso
nos llevó a que el año pasado tuviéramos que importar diez mil millones de
dólares. En un año, por la mala performance de la empresa tuvimos que importar el mismo monto que ahora está pidiendo
Repsol para que sea indemnizada por el 51 por ciento de las acciones".
Nuevo
Encuentro, fuerza aliada de centroizquierda, se expresó mediante Martín
Sabbatella. “Cristina, con coraje y decisión, da otro paso fundamental para recuperar la soberanía energética del país”.
“Argentina necesita recuperar el control estratégico de la exploración,
explotación, producción y distribución de hidrocarburos”.
En la otra
vereda opositora, el FAP que lidera Hermes Binner expresó a través de sus distintos
bloques integrantes su postura afín a la propuesta del Gobierno. El senador
Rubén Giustiniani se manifestó de acuerdo: "Es
el camino de la recuperación de una herramienta central para la regulación de
los mercados de hidrocarburos: una empresa petrolera estatal", dijo en
un comunicado. La diputada Victoria Donda, de Libres del Sur, saludó la
nacionalización, aunque expresó su preocupación en relación a la transparencia
en la administración de los recursos energéticos.
A su turno,
el diputado y titular de Proyecto Sur, Fernando "Pino" Solanas,
celebró también "la decisión sobre YPF", tras señalar que "hace 20 años que lucha por la
recuperación de nuestro petróleo". El cineasta ha llevado adelante desde
su fuerza política una enérgica campaña de sensibilización desde las
privatizaciones menemistas a favor de la recuperación de las empresas
públicas energéticas y retomar la estrategia para la construcción de una
Argentina industrial. Siendo históricamente uno de los dirigentes más duros que
enfrentan al oficialismo, es justo reconocer la grandeza de Solanas plegándose
a un apoyo crítico al proyecto oficial entendiendo el justo rol que compete a
una fuerza política: apoyar al mejoramiento de la vida social y la
independencia nacional, algo muy distinto a las mezquindades y chicanas sin
sustento que perturban el entendimiento y causan el rechazo del ciudadano
medio,
Inmediatamente
de conocida la decisión presidencial, el titular de la bancada radical en
Diputados, Ricardo Gil Lavedra, dijo que su bloque se reuniría para terminar de
delinear su proyecto alternativo de reforma integral del sector energético, al
sostener que la expropiación del 51 por ciento de YPF "por sí sola no
alcanza". En la misma línea, el diputado Ricardo Alfonsín sostuvo que "es
necesaria la presencia del Estado ejerciendo roles indelegables en la
conducción del sector energético". La oportuna convocatoria de Hipólito
Solari Yrigoyen para discutir la posición del radicalismo frente al proyecto de
estatización salvó a en cierta medida al partido de una incoherencia histórica
dada por los devaluados profesionales de la política que expresan el partido en
las cámaras. En el texto de convocatoria firmado por Leopoldo Moreau, María del
Carmen Banzas, Eduardo Santin, Víctor De Martino, Roxana Antonetti, Santiago
Iuzzolino, Guillermo E. Foulkes, José María Conte, Nilda L. García, María del
Carmen Iarzabal, Jorge O. Barrio, Horacio Todoli, José Pedrozo, recordaban:
«Está claro que nuestro partido ha
mantenido, a lo largo de toda su historia, una coherencia inalterable respecto
a la necesidad de una fuerte intervención del sector público, no sólo en
materia de producción de hidrocarburos sino también en la planificación y
ejecución de la política energética en general.
[.. ] Por esa razón fundamos YPF, por esa
razón fue derrocado el gobierno de Hipólito Yrigoyen, por esa misma razón
Arturo Illia anuló los contratos petroleros en 1963 y, por último, por las
mismas razones nos opusimos a la privatización y posterior desnacionalización
de YPF en la década del noventa».
Si bien la representación legislativa del radicalismo
admitió tempranamente no acompañar el proyecto del oficialismo en un comienzo,
la necesidad de capitalizar políticamente sus dirigentes ante una decisión con
alta valoración por la opinión pública terminó por hacer cambiar el discurso,
por lo que admitieron que van a apoyar el proyecto oficial.
En tanto,
la senadora María Eugenia Estenssoro y el diputado Alfonso Prat Gay de la CC rechazaron la iniciativa
oficial, al evaluar que "una empresa mixta tampoco podrá resolver el
problema energético si no existe un plan nacional sustentable y racional".
El bloque
de diputados que preside Solá también anunció que acompañará la medida, en base
"a la convicción de que, ante la
falta de controles efectivos por parte del Estado y de una errónea política
accionaria operada recientemente por el Gobierno, Repsol-YPF tomó ganancias
no sustentables y desatendió la política de inversión de riesgo que la Argentina
necesitaba".
El
presidente del partido capitalino PRO Mauricio Macri se pronunció el lunes 16
de abril al respecto admitiendo sentirse “triste, preocupado y dolido”. "Esta
decisión va en contra de los intereses de los argentinos. Vamos a estar peor en un año que hoy", sostuvo.
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