domingo, 7 de octubre de 2012

¿Por qué un militante para la Ley de Medios?


La legisladora Laura Alonso cuestionó la designación Martín Sabbatella, nuevo presidente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual,  por considerarlo dependiente del poder político.

El día 1 de octubre de 2012, en el horario del mediodía, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner designó a Martín Sabbatella como presidente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), organismo creado a partir de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) en 2009 y cuya función consiste en asegurar el abaratamiento, la universalización y la democratización de las nuevas tecnologías de información y la comunicación audiovisual. Hasta el momento de su designación, Martín Sabbatella era un legislador adherente al kirchnerismo, presidente del bloque de centroizquierda Nuevo Encuentro, con una gestión en el difícil municipio de Morón donde supo implementar una serie de principios con muy poco peso electoral: transparencia, derechos humanos, información pública y democratización fueron los ejes que le valieron premios, distinciones y un fuerte respaldo de personalidades y organismos de derechos humanos.
Sabbatella asume en un difícil contexto. El martes 22 de mayo la Corte Suprema de Justicia se pronunció en una acordada sobre la causa "Grupo Clarín SA y otros sobre medidas cautelares",  por la cual el 7 de diciembre vencerá la medida cautelar interpuesta por el Grupo Clarín que suspendió el artículo 161 de la Ley de Comunicación Audiovisual, con la aclaración de que "las cautelares no pueden sustituir la solución de fondo". La Corte sostuvo que el plazo de 36 meses comenzó a correr desde la fecha de notificación de la medida cautelar y no del día en que la demanda sobre la cuestión de fondo fue puesta en conocimiento de la contraparte, lo que ocurrió el 17 de noviembre de 2010. Señala además que, vencido ese plazo, "serán aplicables las medidas que al incumplimiento -en cada caso- correspondiesen". Sin embargo, pese al miedo del monopolio que reduce la LSCA a la adecuación (pérdida de licencias), la implementación plena de la ley implica un salto de calidad en contenidos.
Uno de los miembros del poder legislativo nacional que más ha cuestionado la postulación de Sabbatella ha sido la diputada Laura Alonso de la fuerza liberal-conservadora PRO -quién como miembro de la ONG Poder Ciudadano fue elogiosa al premiarlo en 2010 como gestor de un municipio transparente- sostiene que la designada autoridad del AFSCA (siendo adherente al actual gobierno nacional) no gozaría de autonomía frente a posiciones políticas coyunturales. Alegre finaliza su nota con una serie de preguntas, todas ellas fácilmente contestables.
1)      ¿Por qué? Porque esta demostrado que no es posible una ciudadanía auténtica sin la diversidad de medios y opiniones, lo cual implica un avance hacia una más plena democracia comunicacional.
2)      ¿Para qué? Para la conformación de una sociedad más pluralista, donde todas las voces puedan ser incluidas y no sojuzgadas por la violencia mediática de la libertad de empresa. Se insta a sí a más y mejores contenidos en la información, que en tanto bien de interés público, forma y construye la realidad de los ciudadanos.
3)      ¿Con qué objeto necesita la Presidenta Fernández de Kirchner un militante para hacer cumplir la ley de medios? El objetivo de la LSCA exige de convicciones profundas para soportar las presiones que el poder político coyuntural opositor pueda ejercer para salvaguardar los privilegios que el Grupo Clarín y los capitales estadounidenses del Goldman Sachs mantienen en el mercado de medios de la Argentina. El coraje militante de Sabbatella fue piedra angular de su prestigio, logrado a partir de la presidencia desempeñada en una comisión investigadora que dio fin a un gobierno violento, corrupto e ineficiente de Juan Carlos Morón, dirigente de la derecha peronista entonces intendente de Morón con fuertes vinculaciones con la organización terrorista ultraderechista Triple A. Morón, base de operaciones de esta organización clandestina durante los años setenta, conoció en julio de 2000 un replanteo de la memoria histórica a a través de la conversión del ex centro de detención clandestina Mansión Seré en la Casa de la Memoria y de la Vida.
4)      ¿Por qué la Presidenta viola la ley de medios y estándares internacionales designando a Sabbatella? La misma condición de militante con la que se ha aludido a Sabbatella parecería encerrar una respuesta inmediata a ese planteo. Se trata de la designación de alguien que pueda prestar resistencia a la alianza político-económica-mediática, habida cuenta de que la tarea a desarrollar no será nada sencilla dado el ejercicio mafioso que ha caracterizado al multimedio. Clarín, al mismo tiempo, cuenta con la capacidad  instalada para difundir su discurso y seducir con su infraestructura a los candidatos opositores y aportarle un crecimiento electoral.
5)      ¿Qué autonomía frente a “presiones políticas coyunturales” puede garantizar Martín Sabbatella como Presidente de AFSCA?  Aunque Alonso lo niegue, las “presiones políticas coyunturales” provendrán especialmente de la oposición, que ha encontrado en los programas políticos de Clarín (especialmente del canal Todo Noticias) una cómoda tribuna desde donde captar a indecisos y descontentos. La trayectoria de Sabbatella como mandatario de Morón durante diez años avala al respeto su capacidad de resistencia no sólo a “presiones políticas coyunturales” sino incluso a un espíritu de época adverso.
6)      ¿Qué protección “contra la debida interferencia política y de otra índoles puede dar Sabbatella a la AFSCA si es un “representante de la Presidenta”? La legisladora opositora vuelve a incurrir en una preocupación infundada, ya que Sabbatella al no haber gestionado el AFSCA no puede acreditar prueba en contra; al mismo tiempo, carga con un prestigio que sólo un necio dilapidaría. Es, asimismo, “representante de la Presidenta” cuya fuerza política ha sido la principal impulsora del proyecto de Convergencia para una Radiodifusión Democrática, organización de comunicadores alternativos cuya albor trazó el diseño de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual sancionada en 2009. He aquí como el discurso de la legisladora Alonso predomina  lo político por sobre la política, la chicana por sobre la propuesta, la degradación del actual gobierno frente a la posibilidad de una plena vigencia de una más plena pluralidad de voces.
Evidencia reiterada de la ausencia de una construcción política sostenida en la argumentación crítica y propositiva, el cuestionamiento de Laura Alonso desnuda al mismo tiempo las debilidades e intereses del proyecto político opositor: la falta de proyecto, sujeto político e iniciativas deriva en que el único sustento electoral posible está dado en la expansión y publicidad que el multimedio puede ofrecer, un nuevo escenario de pugna en al batalla por la democracia y la equidad.






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