678 inauguró un ciclo de debates con Edgardo Mocca y Roberto Gargarella

El programa 678 dio inicio a una serie de debates invitando a representaciones opositoras del campo político y académico, una apuesta enriquecedora y necesaria.

El 16 de agosto se inauguró un ciclo de discusiones en 678.

El primer debate tuvo como protagonistas a dos académicos: un panelista del programa, el politólogo Edgardo Mocca, y al integrante de Plataforma 2012 y jurista Roberto Gargarella. El eje fue la discusión del kirchnerismo

	ROBERTO GARGARELLA	EDGARDO MOCCA
Proceso
	continuidad de los 90: concentración, mismos actores políticos y empresariales, limitada participación popular	_ cambio a partir del desarrollo del mercado interno                                                                               _  poder de los grupos concentrados
Posición personal
	lugar del intelectual autónoma	visión política del proceso en desarrollo
relación de fuerzas y aliados
	_ "la elección de los aliados me pone límites"     _ "el Gobierno no impulsa cambios teniendo mayorías en el Congreso"                                   _ "el Gobierno no controla los aliados"	_ El poder se logra con alianzas: "el problema de la política es el poder"                                          _ "existen continuidades en el poder. No han ganado poder durante el kirchnerismo"
Los gobernadores
	"los gobernadores reprimen"	"hay una cuestión de alianzas para generar mayorías y sostener un proyecto político"
	"no admito la razón de Estado. Con los derechos no se juega"	"Aunque no nos gusten esos gobernadores, hay que pensar porque ganan, porque han sacado más del 50 por ciento en las últimas elecciones"

  Asumiéndose ambos como personalidades del campo progresista, asumieron posiciones previsibles pues repitieron los argumentos ya utilizados en otros debates (la ficción del juridicismo formalista igualitario en Gargarella, el realismo y la cultura política en Mocca). Sin embargo, la implementación de los debates  (que Mocca instó al finalizar el suyo) no deja de ser un aspecto saludable para los televidentes y añade una gran vitalidad a un programa que hace tiempo se había perdido en las críticas hacia los adversarios menos peligrosos del actual gobierno, pudiendo servir mejor de instrucción a la militancia (¿son kirchneristas Scioli, Insfrán, Urtubey?)y demostrar que el kirchnerismo puede responder pedagógicamente y con inteligencia los cuestionamiento del conjunto contradictorio que compone hoy la oposición.