martes, 22 de mayo de 2012

El proyecto es nacional y popular









La construcción política del kirchnerismo tiene su inicio en un contexto caracterizado por el desprestigio de la dirigencia política, la fuerte retracción del consumo interno, altas cifras de desempleo y movilizaciones populares de la ciudadanía que clamaba por explicaciones y determinaciones concretas del poder político. Este proceso fue revertido con el ascenso de Néstor Kirchner al poder. Fue así que la apertura a las demandas ciudadanas bajo el período iniciado en 2003 se expresó en la realización de medidas frente a las arbitrariedades de nuestra cultura política, revisión que generó un consenso social cuya magnitud se expresó en un aval del 54% a la gestión de gobierno.
No obstante que por razones de gobernabilidad Néstor Kirchner y Cristina Fernández se han visto forzados a establecer alianzas con representantes de la vieja política, estos últimos –no satisfechos con las oportunidad de “reciclaje” a través de su alianza con el kirchnerismo- han expuesto una férrea oposición a trasladar la agenda del gobierno nacional a provincias y municipios, en una estrategia que propicia la conformación de un bloque opositor en el seno del Frente para la Victoria (FPV). Al respecto, la existencia de coyunturas adversas para el gobierno nacional ha demostrado la falsedad de afirmaciones que presuponen la seguridad de que la totalidad de los legisladores electos por el FPV son tenaces copilotos del proyecto nacional y popular; por el contrario, como ratas han huido ante los primeros rumores del hundimiento del barco. Esta diferenciación conservadora de ciertos sectores del FPV no repercute aún en la desestabilización del gobierno nacional, pero sí implica la limitación de las propuestas que emanan de la política nacional para su diseminación en el interior de los territorios.
El problema que se plantea hoy ante los prematuros anuncios de candidaturas presidenciales es la ausencia de una candidatura con una sólida estructura de apoyo y capaz de –cuanto menos- continuar el rumbo del modelo iniciado en 2003 y robustecido por la audacia transformadora de la actual mandataria. No debe olvidarse que la preocupación por los más desfavorecidos –los pauperizados, las minorías sexuales, las víctimas de trata, la infancia violentada, los pueblos originarios, etc.—es llamada por visiones cómodas y conservadoras como “poner palos en la rueda”.  Al mismo tiempo, el principal multimedio que opera en el país (el Grupo Clarín) promociona al actual gobernador de la provincia de Buenos Aires como principal alternativa política de cara al 2015. También existen periódicos cuestionamientos al vicegobernador Mariotto por la simple inquietud de conocer el estado de la cuestión social de la provincia (aspecto que, claro está, lo honra como dirigente).
Sabiendo que el FPV en su totalidad no es expresión cabal del proyecto ideológico que se ha dado en llamar kirchnerismo,  se vuelve particularmente interesante el estudio de la correlación de fuerzas operantes, con comportamientos antitéticos, probablemente se establezca o la continuidad del kirchnerismo o la conformación de una nueva estructura dirigencial e ideológica con serias posibilidades de ser gobierno.

(*) Integrante de Nuevo Encuentro Trenque Lauquen.

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