jueves, 5 de abril de 2012

Nuevos apoyos para que Inglaterra dialogue por Malvinas


El G-77, Perú, Premios Nobel, sindicatos británicos, Unasur y el Parlamento Cubano se unen en la demanda de que Gran Bretaña renuncie a la verborragia hostil e inicie el diálogo con Argentina por las Islas. La realidad de un reclamo impostergable. 



El 24 de septiembre de 2011 los 131 ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros del Grupo de los 77 y China reclamaron al Reino Unido que cumpla con los requerimientos de la comunidad internacional y reanude negociaciones con Argentina sobre las islas Malvinas.
La declaración final adoptada por aclamación, en su parte pertinente, señala: "Los Ministros reafirmamos la necesidad de que el Gobierno de la República Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte reanuden las negociaciones, de conformidad con los principios y los objetivos de la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones pertinentes de la Asamblea General".


El 18 de marzo el gobierno del Perú, presidido por Ollanta Humala, dejó sin efecto la autorización para que se concrete el amarre del buque HMS Montrose en uno de sus puertos. La decisión fue expuesta por el canciller Rafael Roncagliolo a la agencia oficial Andina y subrayó que la medida obedece al acuerdo de solidaridad asumido por la Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas) con la Argentina.
El bloque sudamericano exhortó, el sábado, al Reino Unido a discutir con la Argentina la soberanía de las Islas Malvinas, según una declaración firmada por los cancilleres de los 12 países de la región que se reunieron en Asunción. Los ministros lamentaron allí que pese "a la permanente actitud constructiva" de la Argentina para una solución pacífica y definitiva al conflicto, el país europeo no ha buscado terminar "con esta anacrónica situación colonial en suelo americano".
El malestar británico respecto a la decisión del gobierno peruano se manifestaría al día siguiente. La presidenta argentina Cristina Fernández exclamó: “Me siento muy orgullosa del Perú”. 
El 19 de marzo de 2012 Alicia Castro, embajadora argentina en Gran Bretaña, fue recibida por sindicatos británicos del transporte  El Presidente de la ITF y su Secretario General, David Cockroft, expresaron su satisfacción por la designación Castro en su nueva función pública,  quien tiene una larga vida de militancia en defensa de los intereses de los trabajadores, y llegó a ocupar la Vicepresidencia de la ITF.
El Secretario General aseguró el apoyo de los sindicatos británicos a la gestión de la Embajadora Castro y el acompañamiento en la búsqueda del diálogo y la negociación para encontrar una solución pacífica a la controversia de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido por las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y sus espacios marítimos circundantes.
Castro respondió a las increpaciones del ministro David Cameron diferenciando la situación política respecto de aquella que primó en la dictadura militar. “No necesitamos que nadie nos recuerde lo inapropiadas y crueles que fueron las decisiones de la dictadura cívico-militar en la Argentina. Además de los cientos de soldados que murieron en la guerra, miles de argentinos morían en campos de concentración. Hoy, en cambio, el Gobierno argentino es un paradigma de la defensa de los Derechos Humanos y la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner reclama que le demos una oportunidad a la paz".


El 27 de marzo de 2012 seis ganadores del Premio Nobel de la Paz, entre ellos el argentino Adolfo Pérez Esquivel, le enviaron una carta al premier británico David Cameron, en la que le solicitaron que “revea su posición de no dialogar” acerca de la disputa por la soberanía de Malvinas. Además del Nobel argentino de 1980, la carta fue rubricada por la irlandesa del norte Mairead Corrigan Maguire (1976), el sudafricano Desmond Tutu (1984), la guatemalteca Rigoberta Menchú Tum (1992), la estadounidense Jody Williams (1997) y la iraní Shirin Ebadi (2003).
En la misiva, los referentes expresan: “Queremos recordar que en la actualidad la región latinoamericana y el Caribe constituyen un territorio de paz y de prosperidad, mientras que en el resto del mundo muchas regiones padecen conflictos bélicos que ponen en serio riesgo la paz mundial”. Y consignan que “el incumplimiento por parte del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte de las resoluciones de las Naciones Unidas, la falta de voluntad para dialogar con un país (Argentina) democrático y con vocación de paz plenamente demostrada, la instalación y mantenimiento de una base militar en este continente (en las islas Malvinas), su constante reforzamiento y la realización de maniobras militares aeronavales ponen en serio riesgo la paz y la convivencia de esta parte del mundo”.

El 3 de abril la secretaria general de la Unasur, María Emma Mejía, se reunió en Nueva York con su par de la ONU, Ban Ki-moon, para entregarle una declaración de apoyo de los doce países sudamericanos al reclamo argentino de soberanía sobre las islas Malvinas. En el texto, firmado el 17 de marzo en Asunción, los cancilleres de la Unasur exortan al Reino Unido a dialogar con Argentina “con la mayor brevedad para poner fin a la disputa por la soberanía” de las islas, y califican el conflicto como una “anacrónica situación colonial en suelo americano”. Mejía estuvo acompañada por el canciller de Paraguay ante la ONU, Antonio Dos Santos, cuyo país ejerce la presidencia pro témpore del bloque. Según explicó Dos Santos, Ban Ki-moon “reiteró su disposición a mediar para que las partes se sienten a negociar, pero obviamente está claro que es necesario que ambas partes decidan sentarse a negociar”.


El Parlamento cubano se “solidarizó” el 4 de abril de 2012 con la Argentina en su reclamo por la soberanía en las islas Malvinas y convocó a legisladores de todo el mundo a alentar la apertura de las negociaciones con Gran Bretaña encaminadas a satisfacer el “legítimo reclamo” argentino. La declaración fue publicada por el diario Granma y sostiene que los diputados “se solidarizan con la causa argentina en este empeño y reiteran su convicción de que las islas Malvinas son y seguirán siendo argentinas”. El texto “llama a los legisladores que integran los Parlamentos internacionales, regionales, federales y nacionales, a pronunciarse en favor de estimular el proceso de negociaciones” que “debe llevarse a cabo para culminar con la restitución a la Argentina de este legítimo derecho”. Además, los legisladores reafirmaron su adhesión a la declaración del Parlamento Latinoamericano que “insta a dar los pasos necesarios para que se concrete este acto de descolonización, en atención a las resoluciones de Naciones Unidas”.

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