martes, 12 de noviembre de 2013

"El campo argentino. Crecimiento con exclusión social", de Lattuada y Neiman


LATTUADA, MARIO y NEIMAN, GUILLERMO. (2005) El campo argentino. Crecimiento con exclusión social, Capital Intelectual,  Buenos Aires, 2005, ISBN 987-1181-37-X.

 
El modelo productivo argentino evidenciaría una continuidad de la histórica retracción del Estado argentino en materia agropecuaria a partir de la década del 80, destacando en cambio la importancia dada en sucesivos gobiernos a las Juntas Nacionales de Regulación, instrumento que dotaba de numerosas facultades al Estado no sin importantes compromisos en materia de resguardo, calidad, sanidad e innovación de producción así como de incentivos, insumos y previsibilidad a los productores.
 
A partir de la década del noventa se habría profundizado la aceleración de la desregulación del Estado, suprimiéndose organismos y con ello las influencias de las entidades del sector que los habían hecho propios. Esto confluirá en una nueva visión estatal en que las pequeñas y medinas explotaciones  de la pampa húmeda  serán reconocida como inviables, al tiempo que la competencia sin límites por el alquiler de tierras habría derivado en la suba de su precio, provocado el endeudamiento, aspectos que sumados a una falta de disponibilidad financiera se sumaron a las causas de la falta de adaptación en un modelo tecnológico cada vez más intensivo.

Uno de los grandes problemas del actual modelo agrario estaría dado en el escaso mercado laboral generado, que los autores asimilan al propio de los países desarrollados. Los puestos de trabajo requeridos, además, se caracterizarían pro problemas para registrar a los trabajadores (incluyendo las situaciones de subdeclaración de los establecimientos que los ocupan), las limitaciones de los instrumentos de relevamiento existiendo importantes volúmenes de trabajo en negro e incrementos de ingresos no ceñidos a antigüedad, capacidad o educación.

 Una característica del nuevo modelo productivo es la aparición de empresas controladoras de grandes extensiones de tierra. Tres casos paradigmáticos estarían dados en el ascenso del Grupo Benetton, IRSA (George Soros) y los Grobo Agropecuaria S.A. Paralelamente, las organizaciones de representación del sector habrían modificado sus objetivos yu estrategias de intervención: si entre 1930 y 1990 los sistemas de mediación entre el Estado y la sociedad fueron variados, consistiendo básicamente en acciones de presión, colaboración y colonización de las agencias estatales, una mayor heterogeneidad de intereses en el agro y el desplazamiento del Estado como centro de conflicto –básicamente a partir del manejo del tipo de cambio y retenciones a las exportaciones-.

 Este nuevo escenario dio planteo a un conjunto de problemas y desafíos a resolver dada la perdida de eficacia y funcionalidad de la red institucional creada para el diálogo público-privado durante la etapa de sustitución de importaciones, ante lo cual se esperaba el desplazamiento del contenido político-ideológico de las patronales por una actividad propositiva y de colaboración. Del mismo modo, las organizaciones se habrían visto perjudicadas ante una mayor demanda de eficiencia y cobertura paralelamente a un retroceso de participación, número de asociados y la desaparición de fuentes históricas de financiación. Esto habría llevado a una mayor interrelación entre las organizaciones y el Estado en la implementación de políticas dirigidas al sector, con el aporte de profesionales y técnicos vinculados a las entidades y la promoción de una mayor articulación de intereses entre los distintos eslabones de las cadenas productivas.
 
La situación del sector hasta 2005 evidenció que los mecanismos  tradicionales de representación y mediación de intereses se mostraron ineficaces e insuficientes para dar una respuesta adecuada a los problemas d rentabilidad, capacidad de reproducción de las pequeñas y medianas explotaciones y deterioro de las condiciones de vida en el mundo rural, lo cual se tradujo en una demanda de transformaciones en las formas asociativas y en sus estrategias de acción colectiva.
 Analizar el modelo productivo de cada Estado implica repensar sus posibilidades de desarrollo y sus condiciones sistémicas en la división mundial de la producción. Siendo indispensable pensar la relación entre trabajo y posibilidad nacional, el texto de Lattuada y Neiman nos advierte de la inestabilidad de las pujas al interior de la sociedad y las implicancias de una profundización en el mercado mundial al instrumentarse modelos intensivos, con un retorno coyuntural a un escenario pre-convertibilidad para la relación Estado-corporaciones agrarias pero en el que todo, siempre, está por realizarse.

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