sábado, 8 de junio de 2013

"Capitalismo: una historia de amor" (2009), de Michael Moore


L
a pregunta inicial, que amerita la reproducción de este video es ¿cómo funciona el capitalismo, en el país que se enorgullece de ser su principal promotor? ¿cómo se combinan las libertades civiles con la naturalización del lucro?, ¿cuál, finalmente es la relación entre democracia y mercado? Estas preguntas han sido frecuentes a lo largo de la historia. Estados Unidos, ejemplo de república, crecimiento y desarrollo industrial durante los siglos XVIII y XIX, padre de la liberación universal en las posguerras europeas, sostén de la democracia durante la Guerra Fría y ejemplo del nuevo rumbo económico (la marketinizada “Revolución Conservadora” de los `80) ameritaba una exposición al mundo sobre aquello que socialmente es, o dicho sea de otra forma, como vive el ciudadano estadounidense su inserción bajo el paradigma de su cultura.

La llegada del neoliberalismo tal como hoy persiste en Estados Unidos habría llegado de la mano de la presidencia de Ronald Reagan, en un proceso que implicó inicialmente un crecimiento récord de las empresas, y que derivó en despidos masivos, congelamiento de salarios, endeudamiento y quiebras de ciudadanos. Sorprendentemente, hasta 1970 el país gozaba de un Estado de Bienestar sólido, con alta participación de los trabajadores en las ganancias y con salud y educación garantizadas.

La mercantilización de la salud se presenta un aspecto traumático de la población media, en el que al falsificación de documentos, el soborno a los poderes públicos y la disposición de los cuerpos bajo la apelación a la autoridad científica explicitan una sociedad en que el mercantilismo de una oligarquía y la efectividad de su gerencia amenazan severamente la posibilidad de un orden democrático. Otro de los aspectos más problemáticos que se describen es la situación de los deudores hipotecarios, obligados a vender sus casas en ejecución a precios irrisorios, lo que describe como “robar propiedades legal y éticamente”.

Característica distintiva de los documentales de Moore, los extras rivalizan en calidad de contenido a la edición final.

  • En “Perdón, revendedores inmobiliarios y bancos” se describen los altos costos humanos de los ajustes empresariales de General Motors en Flint, con la consiguiente migración de los trabajadores hacia otras ciudades. Dan Kildac, tesorero electo del condado Genesee de Flint y presidente del Community Land Bank, decide la toma de tierras abandonadas como medida contra los especuladores en un esfuerzo por revalorizar la propiedad de los inmuebles garantizando cuidado y belleza urbanas, en una iniciativa por revalorizar los inmuebles a través del “control del paisaje”.

  • “¿Y si le hubiéramos hechos caso a Jimmy Carter en 1979?” retoma el discurso presidencial del 15 de julio de 1979, en el cual el presidente estadounidense dio un discurso crítico con el rumbo adaptado por la humanidad, anunciando la prevalencia del tener por sobre el ser, por la necesidad de la conciencia social de adoptar medidas de desarrollo sustentable y la necesidad de afianzar el rol de Estados Unidos como autoridad moral bajo el paradigma del respeto a los derechos humanos. El rumbo político que ha seguido la potencia norteamericana evidencia que continuó sus políticas en alineación a un discurso distinto.

  • “El congresista Cummings se atreve a hablar de aquello que no se habla” es una entrevista al representante Elijah Cummings, quien se quiebra al hablar del proceso de pauperización de su distrito, definiendo al capitalismo como contrario a la equidad y al trato justo.

  • Particularmente curioso es “Los ricos no van al cielo/Hay un lugar reservado para ellos”, en que el sacerdote Dick Preston califica al capitalismo como un sistema económico inicuo y define a Jesús “un cristiano socialista”.

“Capitalismo” expone los padecimientos e inestabilidad de una clase baja resignada y una clase media siempre amenazada por las imprevisiones, en una sociedad en que el espacio social y público son inexistentes, un aval para la mercantilización del padecer ajeno. Al mismo tiempo, la aceptación de la vulnerabilidad que origina el sistema deja a las claras las restricciones existentes para una ciudadanía libre, segura y feliz. La aceptación de éstas reglas de juego implica, ante todo, la imagen de un consenso (presunto) en la opinión pública, generando un importante vacío para la conformación de demandas instituyentes, una soledad pasiva y negativa que somete a los designios de las corporaciones que han hecho, por presión o corrupción, al Estado un mero apéndice de sí mismas.


En definitiva, una cabal muestra de la distópica actualidad en que un puñado de estadounidenses han logrado “hacer la América” sobre la sangre, sudor y lágrimas de sus compatriotas.





FICHA TÉCNICA.

(Estados Unidos, 2009) Capitalism. A love story,  dirección de Michael Moore.

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