miércoles, 11 de mayo de 2011

¡Viva la muerte! Reflexiones tras la hipotética desaparición de Bin Laden y el futuro de la resistencia antiimperialista global (1)



La reciente difusión mediática respecto a la muerte del mayor enemigo público de Estados Unidos elabora una multiplicidad de mensajes sobre la vigencia de una política exterior que no admite opositores.
Personaje cierto o invención del aparato belicista de la potencia hegemónica, Osama Bin Laden, hipotético autor intelectual del atentado a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, asumió una inédita repercusión no tardando su figura en ser expuesta y buscada  en el mundo entero. La difusión del hecho y el responsable sólo fueron posibles en un mundo altamente globalizado como el actual. Luego del ataque, se asistió al inicio de lo que funcionarios y políticos neoconservadores llamaron un “nuevo orden mundial”, no siendo otra cosa que un paradigma de confrontación emergente tras el fin de la Guerra Fría: el terrorismo en general, y el fundamentalismo islámico en particular, serían los enemigos necesarios para intervenir militarmente sobre los riquísimos recursos energéticos de de las naciones pauperizadas y Oriente Medio en particular, a través de la persecución cultural.
La difundida noticia de la muerte de Osama Bin Laden plantea un nuevo escenario respecto al bloque euronorteamericano que necesita ser pensado bajo la reformulación de formas válidas y auténticas de oposición a la hegemonía de las potencias occidentales, los modos de combatir el imperialismo y el futuro de las corrientes antiimperialistas en la redefinición de una estrategia geopolítica.  

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